- Estimula la motricidad fina. Montamos las figuras con nuestras manos, por lo que requiere que controlemos ciertos movimientos de las manos y de los dedos.
- Favorece y refuerza los lazos en la familia. Los juegos de esta marca siempre tienen algo de complicación y esto hace que en ocasiones necesitemos la compañía de nuestras hermanas o de nuestra madre o padre. Además si nos gusta a todos podemos hacerlo todos juntos.
- Proporciona momentos de calma.
- Favorece la concentración.
- Mejora las habilidades visoespaciales. Es el conjunto de funciones cognitivas que nos permite representar, analizar y manipular diferentes objetos mentalmente.
- Estimula el pensamiento matemático. Dimensiones, cantidades, simetría,…
- Aumenta la autoestima. A través de la perseverancia conseguimos que poco a poco vayan saliendo los Lego y así hace que nuestros peques se sientan más seguros de sí mismos.
- Aumenta la creatividad. Un LEGO no se acaba cuando se monta el castillo o el coche, podemos desmontarlo y montarlo u crear otra obra de arte.
Me encantan los LEGO y creo que podemos brindarles muchas experiencias a los peques si les regalamos o compramos uno. Es muy importante que tengan uno adaptado a su edad y sus posibilidades, además tendremos que acompañarlos en los primeros momentos para evitar la frustración y el abandono.
Solo tengo una cosa negativa que decir acerca de estos juegos, la poca sostenibilidad. Es cierto que están construyendo su futuro más sostenible, pero a día de hoy lo veo como un «el gran problema». Este cambio de mentalidad se produjo porque recibieron muchísimas cartas de niños y niñas pidiendo un cambio de materiales, querían unos LEGO más sostenibles, y están en ello. Os recomiendo que cuando compréis, luego los reutilicéis y busquéis plantillas en internet para poder volverlos a utilizar una y mil veces.
Cualquier duda no dudéis en escribirme,
Un saludo,
María.
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